Google Website Translator

jueves, 2 de enero de 2014

NUNCA CAMBIAREMOS



Siguiendo la estela del voraz silente quedamos por siempre atrás, ajados por el inútil esfuerzo de intentar alcanzarle, humillados por la patética ambición. Quien avanza por el cielo no tiene competidores a ras de tierra. El deseo por sí solo no se cumple sin un algo de suerte y un todo de oblación. Ultimamente las líneas aéreas no tienen demasiado tráfico, ni demasiado prestigio. Las piernas no se hicieron para volar. Ni la ramplonería para trascender. El licor barato inunda estómagos podridos como la ceguera perpetúa amaneceres. La ardiente calma transita sinuosa por los callejones nocturnos del asesinato. Las mujeres han decidido no parir más monstruos. Los violadores acechan almohadas. Y la medicación se ha suspendido por falta de interés. En cada hogar, frente al televisor, se apilan cadáveres. Los bomberos ya no acuden a las llamadas porque saben que no se trata de incendios sino de incineraciones. Los abrazos son de ahogo, los besos de mordeduras y los amores de traición. Basta seguir la pista para saber que nunca cambiaremos. Para saber que los reyes son despojos aromatizados. Para saber que los líderes son malolientes zombis sin cabeza. Y para saber que el resto somos carne de esclavitud condenada a no cambiar jamás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario