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jueves, 26 de abril de 2012

AND THE WINNER IS...



Texto de Pepa Ruiz
Esta noche he soñado que era una gran actriz y que los flashes de los paparazzis cegaban mis ojos al salir de la limusina , me he visto deslumbrante ante las cámaras. Vestida con un traje impresionantemente español de Victorio & Lucchino, peinada y maquillada como las estrellas de Hollywood y con unos tacones de Manolo Blahnik ¡auténticos!, vamos para matarme en las alturas (por eso sé que era un sueño). Tengo ante mí kilómetros infinitos de alfombra roja. Con decisión doy un paso, luego otro, sin perder la compostura. Oigo voces y aplausos. Es bonito caminar sabiendo que mi esfuerzo se ha hecho realidad. Por fin me ha llegado el momento y escucho mi nombre:

–“The winner is…”– todos se giran mirándome y esperando que suba a recoger el Oscar que la Academiadela Vida me otorga. Paso de ser la eterna nominada a sentirme la WINNER por excelencia.

Siento la admiración y el respeto de los que me rodean y al que no le guste, que no mire. Todos expectantes, cada uno en su sitio y… fuerte y claro resuena mi nombre una y otra vez: –And the winner is…– ¡lo conseguí! Oscar al mejor guión, a la mejor actriz, mejores actores secundarios; quizás demasiados, pero todos magistralmente entrelazados, aunque en ocasiones se me han amontonado y en qué me he visto para salir airosa del lío y encima, para colmo, todos terminan extrañamente emparentados entre sí.

Pero mi gran noche no ha hecho más que empezar. Oscar a los mejores efectos especiales… y no me extraña, menudos milagros hago con mis ojeras o con ese inoportuno granito que siempre brota el día de la cita esperada, ¿y esa sonrisa cautivadora cuando estoy a punto de llorar sin que se me note? Y por fin… Oscar a la mejor película y mejor dirección. Subo al escenario lloro, río y lo levanto sintiendo la fuerza del triunfo en mi brazo. Es toda la historia de mi vida magníficamente contada y dirigida. Sé que en cualquier momento necesito estar lista para cambiar de registro sin pestañear: igual soy madre que hija cariñosa, una perfecta profesional o una amiga comprensiva, una fiel esposa que una amante prohibida. Pero cuando el guión lo exige, es maravilloso poder ser también la mala de la película…

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